En la zona invisible: lo que desgasta más que el trabajo mismo
Mientras el trabajo se mide en horas y resultados, el desgaste invisible se mide en estrés, cansancio emocional y pérdida de motivación. No es inmediato, pero con el tiempo va apagando la energía y la conexión con lo que hacemos.
Síntomas de que estás en esa zona
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Sientes que las conversaciones importantes se evitan o se postergan.
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Hay un clima de desconfianza que nadie menciona, pero todos perciben.
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Las decisiones se retrasan por miedo a generar conflictos.
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El humor y la creatividad del equipo disminuyen sin razón aparente.
Por qué es tan desgastante
Salir de la zona invisible
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Hacer visible lo invisible: nombrar los problemas de manera respetuosa y directa.
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Escuchar antes de responder: entender la raíz antes de buscar soluciones.
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Buscar acompañamiento: un coach, mentor o facilitador puede guiar a las personas y equipos a transitar este espacio sin aumentar la tensión.
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Generar espacios de confianza: donde las conversaciones difíciles sean seguras y productivas.
No se trata de eliminar todo conflicto —eso es imposible—, sino de aprender a gestionarlo sin que se convierta en una sombra que te acompaña a diario.

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